Las tallas olvidadas por los diseñadores

¿Cuál debe ser la siguiente barrera que romper? 

La respuesta a las tallas mínimas que la moda había ensalzado en las últimas décadas ha llegado en forma de líneas para tallas grandes. Las firmas y diseñadores llevan unos años haciendo verdaderos esfuerzos para satisfacer a las tallas más grandes, que siempre han tenido serias dificultades para encontrar piezas de tendencia adaptadas a su tamaño. Las modelos de estas tallas están más que reconocidas y aceptadas y a nadie le cabe duda de que la democratización de la moda también está en que haya prendas para todas, sea cual sea tu forma física.

Eso sí, la moda es pura contradicción: las pasarelas y los fotógrafos las siguen prefiriendo muy delgadas. Hasta el punto de llamar 'gorda' a Kate Moss cada vez que se relaja en vacaciones y luce una figura ligeramente más llena. La delgadez manda, las tallas grandes se hacen visibles pero ¿qué sucede con las mujeres 'normales'? Sí, aquellas que están entre la 38 y la 44, ni demasiado flacas ni con kilos de más, quizá muy voluptuosas para ser modelos y con demasiado poco volumen para ser de talla grande. Las reivindicaciones surgen por los dos extremos pero parece que nadie se acuerda de las mujeres que están en medio.

Vuelve la paradoja: en el mundo hay más mujeres de la 38 que de la 32 y la 46. Entonces, ¿por qué la industria se empeña en que no se sientan representadas? No hace falta ser una gran estadista para darse cuenta de cuál es la talla que abunda más en los países occidentales: cuando acudes a una tienda de ropa demasiado tarde sólo quedan prendas o muy grandes o muy pequeñas.


Kylie Minogue, una de las bajitas más famosas
La lucha por acabar con la tiranía de la delgadez extrema, injusta como pocas, ha provocado el auge de las modelos de tallas grandes. Algo que ha tenido efectos obviamente positivos (sacar de la marginalidad a las tallas grandes, que no es poco) pero también ha provocado esa polarización en la moda. Es decir, solo vemos a mujeres o muy delgadas o muy curvilíneas en pasarelas, publicaciones, campañas y hasta maniquíes en las tiendas. Quienes se encuentran en la 38, la 40 o la 42 pueden no sentirse representadas por la moda actual.

A pesar de sus esfuerzos, la moda siempre se termina por dejar a alguien olvidado en el camino. Su asignatura pendiente sería, para 2014, reivindicar a esta desatendida talla 38.
¿Cuál sería el siguiente objetivo a contentar por parte de la industria? Las mujeres bajitas, aquellas que miden menos de 1,60 m y de quien los patronistas tampoco parecen acordarse a menudo. Con una altura de poco más de un metro y medio es complicado que favorezcan prendas como los pitillos, nunca quedan en su sitio, hay que meterles el bajo y ya no se ajustan igual, o las mangas de la mayoría de los tops.
Parece que no hay problema en acortar mangas y bajos, remangar o hacer la ropa a medida pero la moda está hecha para mujeres que superan con creces el 1,65.

FUENTE: glamour.es

No hay comentarios:

Publicar un comentario