Alternativas a los cánones de belleza

Podemos afirmar que en los últimos 12 años se ha alcanzado una democratización de la belleza. Se trata de un sano cambio de cánones de belleza que debemos agradecer, entre otras, a ciertas publicidades, valientes e icónicas, que han marcado esta década.

Un ejemplo de ello son las campañas publicitarias de L’Oreal Paris con ‘cuarentañeras’, ‘cincuentañeras’ y ‘sesentañeras’ como rostros de sus cosméticos.



También destaca el mítico eslogan antianorexia y antiobsesiones de The Body Shop: ‘’Hay 3.000 millones de mujeres en el mundo. Sólo 8 son supermodelos’’.



Dove, marca internacional de productos de belleza, realizó un estudio global para analizar en profundidad el concepto de belleza desde la perspectiva de nuestra sociedad actual, y descubrió que sólo el 2 % de mujeres en todo el mundo se consideran bellas. Reveló además que muchas mujeres creen que la definición de belleza se ha vuelto muy limitada e inalcanzable, lo cual tiene un impacto negativo en la autoestima, e inspiró la "Campaña por la Belleza Real’’, una importante iniciativa diseñada para provocar el diálogo y fomentar el debate sobre la belleza.

La "Campaña por la Belleza Real", presentada en enero de 2005, tenía como objetivo servir como punto de partida del cambio en la sociedad, siendo o actuando como detonante para ampliar la definición y el diálogo sobre belleza. Unilever defendió que dicha campaña fue diseñada para enfrentar los estereotipos de belleza e invitar a las mujeres de todo el mundo a participar en un diálogo sobre la belleza. Pero la misma fue motivo de debate. ¿Dicha campaña de Unilever tiene la intención de vender más a través de una estrategia de marketing haciendo sentir bien a las mujeres o por lo contrario, la intención de romper con los estereotipos limitados de belleza impuestos en nuestra sociedad que causan tanto daño a ciento de mujeres alrededor del mundo?





La conocida revista de moda Vogue llevó a cabo en junio 2012 The Health Iniciative (la iniciativa para la salud); un pacto realizado entre las directoras de Vogue de 19 países para ampliar el trabajo que el Consejo de Diseñadores de Moda y la Iniciativa para la Salud de América, en los EEUU, y el Consejo Británico de la Moda, en Reino Unido comenzaron con el fin de fomentar un enfoque más saludable de la imagen del cuerpo dentro de la industria. Este programa tiene como objetivo abordar de forma realista los problemas relacionados con la excesiva obsesión por la delgadez.

Las directoras de Vogue se comprometieron a:


1. -No trabajar con modelos menores de 16 años o que parezcan tener un trastorno alimenticio. Sólo trabajarán con modelos que estén sanas y ayuden a promover una imagen corporal saludable.

2. -Alentar a los diseñadores y productores a crear condiciones de trabajo adecuadas en los backstages, incluidas las opciones de alimentos saludables y el respeto por la privacidad, así como animar a los agentes de casting a no mantener a las modelos injustificadamente hasta altas horas de la noche.

3. -Animar a los diseñadores a considerar las consecuencias de las tallas pequeñas y poco realistas de su ropa, lo que alienta el uso de modelos extremadamente delgadas.

4. -Ser embajadoras verbales del mensaje de la imagen corporal sana, tanto dentro como fuera de la revista.

El mundo de la moda, con los diseñadores americanos a la cabeza, está en pleno idilio con la idea de que una mujer puede deslumbrar con cualquier talla. Conscientes de que caderas y pechos, las curvas que definen la figura femenina, están ausentes de las pasarelas en demasiadas ocasiones, es conocido el empeño del Consejo de Diseñadores de Moda Americanos, con su presidenta Diane Von Furstenberg a la cabeza, por promover un canon estético más variado, saludable y ajustado a la realidad. Hay muchos y diferentes tipos de cuerpos sanos, y la delgadez en sí misma no es un indicador de mala salud (se puede ser naturalmente delgada y estar sana).

Las 19 ediciones de Vogue en todo el mundo

La nueva colección de Mango ''Violeta by Mango'' diseñada hasta la talla 52, a dado a conocer a la modelo Robyn Lawley. En junio de 2011 protagonizó una mítica portada para Vogue Italia dedicada las mujeres reales, en la que salía junto con Crystal Renn y Tara Lynn. 

Puede que sus rotundas medidas (99-78-106) desafíen la redondez numérica del 90-60-90 pero, con su sola presencia en la industria, esta australiana demuestra que no hay cifra que mida la belleza. Con 18 años abandonó los suburbios residenciales de Sidney para probar suerte en la gran ciudad y se encontró con que algunas agencias la rechazaban por su talla.Robyn recurrió a la industria de las tallas grandes porque superaba la talla 8 exigida por el resto, pero también les intimidaba su altura (1'88 m).

Lawley afirma que las modelos de pasarela sí comen realmente.''Algunas chicas son delgadas por constitución y llevan una dieta equilibrada aunque la mayoría no tienen esa talla y se esfuerzan por mantenerse en ella. Es una línea muy peligrosa y conozco a muchas modelos que tienen que olvidarse de la comida durante las Fashion weeks y las sesiones de fotos para poder entrar en la ropa.''

La famosa portada protagonizada por mujeres de verdad




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