¿Somos lo que comemos?

Lo que comemos tiene un impacto profundo en nuestro nivel de salud y de energía. Influye no sólo en nuestro cuerpo físico, sino también en nuestras emociones y en la forma de ver el mundo. Está claro que el bienestar y la belleza comienzan desde el interior y una correcta alimentación es la clave.

Una piel guapa es una piel luminosa, con el poro cerrado, uniforme, sin manchas, tersa. Lotería genética, dicen algunos especialistas. El estilo de vida cuenta. Que el tabaco y el alcohol rebajan el premio gordo de la genética, es un hecho. Sin embargo, en lo que se refiere a cómo influye o no la dieta en la salud de la piel hay más dudas. ¿Existe una relación directa entre la alimentación y el estado de la piel? Pues sí y no. Depende de quien responda. La doctora Marta Aranzadi (martaaranzadi.com), especialista en nutrición, dice que le gustaría responder con un sí rotundo ‘’porque los nutrientes necesarios para las células de la piel proceden de los alimentos. Aminoácidos para la regeneración del colágeno; ácidos grasos esenciales para mantener la cohesión de las membranas celulares y, por tanto, de la firmeza de la piel; agua suficiente para una correcta hidratación; algunos minerales- como el calcio- que contribuyan a la unión de las proteínas de la epidermis.


                             

Y sin embargo, a día de hoy no existe la certeza absoluta de que esto sea así’’. La doctora Aurora Guerra, miembro de la Academia Española de Dermatología, opina en cambio que ‘’la piel manifiesta de forma visible las carencias dietéticas. Detectamos una piel más seca o unas uñas quebradizas consecuencia de una dieta desequilibrada’’. ¿Y los signos visibles de que la piel come bien? ‘’Hay una buena hidratación y brillo; las funciones de las glándulas grasas y sudoríparas se realizan correctamente; y algo muy importante: la respuesta de la piel al estrés será positiva porque las defensas están altas y ejercen con eficacia su función barrera, lo que implica menos riesgos de infecciones cutáneas’’. El doctor Joe Vinson, investigador de la Universidad de Scranton (USA), afirman que existen cuatro alimentos prodigiosos: el chocolate negro, las alubias, los arándanos secos y un puñado de nueces.


Fuente: Revista Vogue Belleza nº 49

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